lunes, 28 de octubre de 2013

ASCENSO Y REINADO DE LO CHONI

No hay lugar para la duda: lo choni reina en España.
Lo que antes era marginal, calificado como cutre, asumido por muchos como desviaciones estéticas y sociales derivadas de la falta de formación, estilo y/o cultura, como previsible resultado de la imitación deformadora de modelos estéticos superiores realizada por ninfas de alma poligonera, se ha convertido hoy en la norma, en el zeitgeist de la sociedad española, baremo y modelos de comportamiento de la enteléquica mujer promedio ibérica.
Ha ayudado a ello la explosión de los suburbios de las ciudades españolas y el fin de la dicotomía estricta  ámbito urbano vs. ámbito rural, a más del modélico "porque yo lo valgo" de inspiración centenaria y esencia hispana. 
La relativa novedad es que desde hace ya años las chonis han tomado conciencia de su identidad como grupo social dominante, y de la identidad han pasado rápidamente al orgullo identitario, a la constatación interna de que son así y de que está muy bien que sean así, dejando en un rincón oscuro los complejos y calladas vergüenzas.
Y ya estamos inmersos en la tercera fase, que no spielbergiana sino antenatresera, telecinquera, launera y sextera como paso previo al asalto del pret a porter, la constatación ensayística y el reinado social.  Ahora son las televisiones abiertas las que reproducen una y otra vez el modelo de programas y series donde "la choni" es protagonista absoluta, contribuyendo de esta forma a su éxito y a la retroalimentación orgulloidentitaria.
Y pronto (aunque cueste creerlo), algún vanguardista-diseñador-y-modisto-español desdeñará el inspirarse en centurias pasadas o en demodés estilos étnicos, y elevará a la pasarela Cibeles convenientemente reciclada (ah, reciclaje de un estilo reciclado, genialidad regnum!) elevará como decíamos la estética choni, que entonces podrá incorporarse por derecho propio a la marca España, a la que ahora no obstante ya acecha. 
En ese momento podremos corroborar tras largas décadas de debate intelectual estéril que el hecho diferencial español existe, y que sirve para diferenciarnos de esos aburridos centroeuropeos que sólo piensan en prima de riesgo, déficit y memeces semejantes.


PS: Me relamo, me estremezco de placer sólo de pensar en el momento en que nazca mediante un proceso previsible la diferenciación nacionalista, y surja un nuevo subespecímen, la choni catalana, o vasca, o galleguiña...

domingo, 10 de marzo de 2013

La comunidad irreal

No hay nada como los nuevos medios sociales para que algunos de nosotros (los seres humanos) mostremos esos rasgos de estupidez que inevitablemente llevamos dentro, contiguos (a veces) a otras actitudes más elevadas.
Basta que ver la alegría con la que muchos famosos y artistillas se lanzan a contar todas sus opiniones por Twitter, para pocos meses después verse "obligados" a cerrar su cuenta al ver que la misma sirve en un 99% de casos para ser ridiculizados, parodiados o simplemente insultados de forma sistemática. ¿Qué esperaban? O mejor, ¿qué pensaban? Seguramente, creían, benditos, que la sociedad esta llena de personas inteligentes o por lo menos con cierto criterio. Y sí, claro,  esas personas existen, pero a poco que reflexionaran, llegarían a la conclusión de que quien pertenezca a ese selecto grupo no va a dedicar su tiempo a seguir la cuenta de twitter de nadie famoso. Los que lo hacen, claro, son esa amplia, amplíííísima panoplia de aburridos mentales que dedican buena parte de su actividad mental a meterse con otros o a ridiculizar y sacar punta cualquier comentario ajeno. Es decir, a ejercitar el estilo ibérico por antonomasia. Con una ventaja, lo que antes se hacía en la barra de un bar ahora gracias a la tecnología lo pueden lanzar al mundo virtual y ser leído y compartido por miles de personas. Y esos son los que conforman la "comunidad twitter" en un amplio porcentaje. Je. Je...
Por no hablar de facebook, instrumento que no puede dejar de ser utilizado por emisoras de radio y televisión para "pulsar" la opinión en tiempo real de sus teleoyentes. ¿De verdad piensan que son una muestra representativa de la sociedad aquellos que mientras ven un programa de televisión o radio conectan con su ordenador o tablet a facebook para dejar su comentario en la página de facebook de ese mismo programa??? ¿O son casos de tecnológicodependientes, de los que habría que fiarse lo justo?
Pero el fulgor de las "redes sociales", ese halo de que son lo más "in", en vez de lo más superficial, ese ansia de "estar a la última", puede con todo, incluso con el criterio de los escasos periodistas con criterio propio que se ven por los medios de este país...

Webs amigas
Las preguntas son el peligro